Las empresas industriales tienen dos clases de gastos:
a) Los gastos directos de manufactura, en materiales, mano de obra y gastos fijos; y
b) Gastos de mantenimiento, en todo lo demás.
Este "todo lo demás" es lo que causa los peores dolores de cabeza en el momento de realizar presupuestos, por ejemplo, cuando una administración, agobiada por el aumento de costos, tiene que decidir entre reducir los fondos destinados a un importante proyecto de investigación y desarrollo, o recortar los que se asignarían al entrenamiento y desarrollo de ejecutivos.
Generalmente, los problemas como éste quedan reducidos a una sola pregunta: ¿Cómo podría redistribuir sus asignaciones la empresa?
Muchos años atrás, y como precedente, tenemos que en vez de remendar interminablemnete su presupuesto existente, la Texas Instruments prefirió partir de cero, adoptar un punto de vista nuevo respecto a todas sus actividades y prioridades, y establecer una serie de asignaciones nuevas y mejores para el siguiente año presupuestario.
La TI perfeccionó un procedimiento que confirió a la administración el control firme de las asignaciones destinadas a mantenimiento de todo tipo, procedimiento que detalló minuciosamente todos los gastos de mantenimiento, clasificó las alternativas de cada uno de ellos y los ordenó según su importancia y prioridad.
Los principios de esta técnica son simples y fáciles de aplicar, y como la TI vió que funcionaba muy bien para sus presupuestos de investigación y personal de 1970, la siguió utilizando para los presupuestos, de todas sus divisiones en 1971.
Los gastos de TI, en actividades ajenas a la manufactura, representaron aproximadamente el 25 por ciento de su presupuesto total; segmento importante sea cual fuere la norma con que se medía.
El creador del sistema de presupuestación con base cero fue el señor Peter A. Pyhrr, que era el Gerente, Control de Personal, de la "Texas Instruments Incorporated" de Dallas, Texas.
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