1. La primera impresión es lo que cuenta. El poder que puede tener la primera impresión para una marca es vital, ya que intentar cambiarla de la mente del consumidor es casi imposible una vez que ya fue percibida.
2. Supere sus expectativas. Nunca debemos limitarnos a lo que nuestros consumidores nos piden. Siempre debemos ver más allá y brindarles nuevas experiencias mediante una innovación continua.
3. Cumpla sus promesas. La regla de oro en cuestiones de marketing consiste en conocer nuestras fortalezas y debilidades, para no caer en el error de prometer o crear falsas expectativas.
4. Genere una relación personal. Todos, absolutamente todos los que trabajamos con clientes, tenemos en común que tratamos con personas. La relación personal es clave, porque en la medida en la que se pueda construir un vínculo comenzarán a desarrollarse nuevos puntos en común y la lealtad de los clientes se incrementará.
Prestar atención, escuchar al cliente y estar estudiando el mercado lo llevarán por buen camino.
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