1. Elige bien al delegar
Conocer bien a tu equipo es un paso fundamental para poder delegar correctamente. Cada uno de tus empleados tiene unas competencias distintas, por lo que es necesario un proceso de aprendizaje previo. Una mala elección en la asignación de las tareas puede provocar una gran pérdida de productividad para la empresa, por lo que como CEO debes saber si la persona en cuestión es capaz de desarrollar el trabajo.
Se puede seleccionar el mejor perfil a través de tres cuestiones; las competencias del empleado, su estilo de trabajo y el volumen de trabajo con el que se encuentra en ese momento.
2. Define y supervisa el proceso
Cuando el CEO delega una tarea no puede despreocuparse de ella totalmente. Si bien es cierto que traspasar tareas descarga el volumen de trabajo del manager, este debe supervisar el proceso, conocer en qué estado se encuentra y si están habiendo obstáculos que están impidiendo el progreso esperado.
Debe darse cierta independencia y autonomía al empleado, pero siempre con un proceso guiado. También, es imprescindible que a la hora de asignar la tarea se dejen claros los objetivos de esta, así como los diversos factores que pueden influir; el tiempo que tienen para realizarla, el dinero que pueden gastar, el equipo con el que pueden contar o las herramientas y recursos que pueden utilizar etc.
3. Marca fechas límite
Tal y como hemos visto en el punto anterior, es importante que la tarea tenga una supervisión del manager. Uno de los aspectos fundamentales en este seguimiento es el establecimiento de fechas límite que delimiten los períodos de entrega del proyecto.
Tanto si se trata de proyectos a corto o largo plazo, un aspecto imprescindible para que la tarea se desarrolle de la manera más efectiva es con un calendario de dead-lines donde el empleado tenga claro cuáles son los plazos de entrega. Esto no solo ayudará al manager a tener un mayor control sobre el estado de la tarea, sino que además, permitirá al empleado tener una referencia de tiempo a la que atenerse y con la que organizar su trabajo.
4. Muéstrate disponible
En ocasiones, el empleado puede sentirse bloqueado con las tareas asignadas. Es posible que se enfrente a este tipo de trabajo por primera vez y no sepa qué pasos seguir para realizarlo correctamente.
En el momento de asignar la tarea al empleado, el manager debe mostrarle su ayuda y explicar cómo acudir a él si fuese necesario y cuál es la mejor manera para hacerlo. También es importante proporcionarle al empleado diferentes herramientas y recursos para ayudarle a desarrollar el trabajo. Este apoyo dará al empleado la confianza suficiente para enfrentarse a ese nuevo reto y, además, reforzará la relación entre ambos.
5. Haz un balance final del proyecto
Una vez se haya finalizado la tarea, un buen CEO debe dedicar tiempo a hacer un balance del trabajo con el empleado. Saber qué obstáculos se ha encontrado, si el proceso ha sido estimulante o si ha detectado algo a mejorar son algunas de las cuestiones que el líder debe preguntar. Esta información puede conseguirse mediante una reunión One on One y la información obtenida debe tenerse en cuenta a la hora de delegar futuros trabajos. También debe informarse al empleado de los resultados de la tarea, tanto si han sido positivos como negativos. Delegar tareas es una de las mejores formas de formar a nuestro equipo, por lo que cuanto más feed-back sea capaz de generar el manager mejores resultados se podrán obtener en futuros trabajos.
Delegando tareas estás preparando al equipo a enfrentarse a situaciones futuras cada vez más complejas y fuera de su rutina diaria. Esta muestra de confianza conseguirá aumentar la motivación del equipo, reforzará la relación entre el manager y el empleado y traspasará al equipo un volumen de trabajo imposible de abarcar únicamente por el CEO. Delegar es un proceso de beneficio mutuo que, realizado de manera correcta, reportará grandes beneficios a la empresa.