Primero: haz algo que te gusta.
Sea que vayas a empezar a estudiar o estés empezando a trabajar como aprendiz, es vital elegir algo que te gusta y que te ves haciendo toda la vida. En general hacemos mejor aquello que nos gusta, y hacer aquello en lo que somos buenos y nos motiva potencia nuestras posibilidades de éxito. Por eso los trabajadores más motivados suelen llegar más lejos en su carrera. Es como un círculo virtuoso que se potencia, porque trabajamos mejor cuando estamos felices y hacer lo que nos agrada también nos ayuda a ser felices. Recuerda también que “hacer lo que quieres” es más amplio que una profesión, y que tienes que buscar esas cosas que te gustan y considerar las alternativas de carrera que se relacionan con ellas.
Segundo: sé realista
Además de buscar algo en lo que eres bueno y para lo que tienes talento, elige algo que realmente puedes hacer. No intentes ser cirujano, por más que te guste ayudar a la gente, si no soportas ver sangre. Quizá puedes sentir que ayudas a los demás enseñando, si tienes talento para eso, o quizá serías un excelente profesional de recursos humanos. Distintas carreras pueden acomodarse a lo que te gusta. También sé realista en tus expectativas. No porque seas excelente partirás de presidente. Averigua además cuál es el sueldo promedio en el área en que quieres trabajar antes de buscar empleo. Nosotros hicimos una encuesta a estudiantes y descubrimos que muchas veces esperan ganar más de lo que el mercado paga a profesionales recién graduados. Esto puede causar que rechacen ofertas buenas, porque creen que existen mejores. Al final, aun si obtienen un trabajo bien pagado, es posible que, debido a expectativas no realistas, sientan que no lograron partir en un buen empleo y se desmotiven. Tener información permite tener BID,expectativas reales y tomar mejores decisiones.
Tercero: sé bueno en lo que haces.
Llevamos un tiempo intentando entender los problemas que enfrentan las empresas en la región a la hora de contratar. Encontramos una brecha de habilidades. Muchos jóvenes han estudiado, pero no han aprendido. Aprovecha el tiempo que tengas ya sea en colegio, trabajando con alguien te explica, en un instituto o en la universidad; esa es la clave del éxito. Especialmente importante son las habilidades blandas. Responsabilidad, saber trabajar en equipo y comunicarte eficazmente, son ejemplos de habilidades que están relacionadas con comportamientos y que los empleadores valoran mucho, tal como contábamos en esta entrada anterior.
Esta columna fue originalmente publicada en el Blog Factor Trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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