Gonzalo Martín-Villa es consejero delegado de Wayra, la aceleradora de Telefónica referente a nivel mundial y presente en 12 países. Asegura que en el mundo del emprendimiento hay muchas ideas, pero lo difícil, añade, es encontrar buenos equipos.
¿Cuál es la actual situación de Wayra? ¿Qué ha cambiado desde su nacimiento?
Venimos de una fase de expansión y crecimiento muy intensa, donde hemos puesto en marcha 13 academias en 12 países, hasta ahora nos hemos dedicado a ajustar nuestro modelo de aceleración para proveer el mejor programa y en el desarrollo a las empresas que apoyamos. En el camino hemos cambiado y ajustado muchas cosas, ya que el entorno en el que nos movemos es muy dinámico. Hemos hecho ajustes en nuestro modelo de financiamiento -para hacerlo más atractivo a terceros inversores- y también a nuestras convocatorias o reclutamiento, pasando de búsquedas locales o por país a convocatorias a nivel global. Estamos en constante cambio, aunque hay algo inamovible, nuestros valores y misión que son hacer crecer los ecosistemas locales y apoyar el talento allí donde esté.
¿Qué requisitos son esenciales para que una startup sea acelerada por Wayra?
Técnicamente requisitos hay muy pocos y se limitan a no tener una facturación anual de una empresa ya consolidada -nos enfocamos en startups que estén en la etapa de crecimiento temprano- y que los emprendedores tengan mayoría de edad. Tan simple como eso. No obstante, la selección de una empresa para ser parte de Wayra sí que tiene sus "requisitos" o criterios de evaluación. Desde que pusimos en marcha Wayra hemos acelerado sólo el 1% de las ideas recibidas.
Primordialmente buscamos buenos equipos, equilibrados en sus habilidades, capaces de ejecutar una buena idea, disruptiva e innovadora en el mundo de la tecnología, escalable y con una visión a largo plazo. Aunque parece fácil, los buenos equipos son lo más difícil de encontrar. Hay pocos equipos que logren mostrar esa simbiosis y mirada conjunta a un norte compartido.
En Wayra estamos seguros -y así lo hemos comprobado- que la diferencia la crean las personas. Ideas hay muchas, de las buenas y también de las malas, pero equipos capaces de hacerlas realidad y llevarlas hasta lo más alto, muy pero muy pocos. A ellos es a quienes buscamos.
En el mundo del emprendimiento las palabras talento, pasión, trabajo son una constante. ¿Es un ecosistema alejado de la realidad del país?
Siempre decimos que en Wayra no hay crisis. Si bien no somos ajenos al impacto macroeconómico, en lo anímico se vive el momento de otra manera. Los emprendedores ven en Wayra una oportunidad única, y lo demuestran en la pasión y el entusiasmo con el que trabajan todos los días, es algo indescriptible, y es difícil no contagiarse de él. Doy fe del trabajo que hacen dentro de las academias y en sus proyectos, sin importarles horas ni el día de la semana que es. Vemos que hay un gran amor por lo que hacen y eso es lo que creo que marca la diferencia.
¿Qué cree que necesita este país a nivel empresarial e institucional para salir a flote y dejar atrás tanto pesimismo?
En lo personal, creo que estructuralmente hacen falta algunas medidas concretas para apoyar al sector emprendedor. Por un lado todo el complicado entramado burocrático que conlleva la constitución de empresas, y por otro, considero que hay que mejorar el acceso a la financiación: son necesarios más bussiness angels. En esto no hay fórmulas mágicas, es un trabajo de muchos sectores y que requiere medidas y acciones encadenadas entre unas y otras.
Por parte del gobierno, se está viendo voluntad, pero la ley no acaba de materializarse.
Hoy por hoy en nuestras sociedades se premia lo estable, arriesgar poco y la búsqueda de la estabilidad. Y creo que ahí está el cambio. Hay que motivar y promover el esfuerzo, no debemos ?castigar? culturalmente el fracaso, y mucho menos la iniciativa de hacer algo diferente. Creo que el hecho de que haya cada vez más emprendedores es positivo, aunque la gente tiene que saber que emprender no es fácil, y que no todo el mundo puede hacerlo, debido al gran trabajo y esfuerzo que supone. Hay que estar dispuesto a sacrificar muchas cosas.
¿Qué le cambia a usted su nuevo cargo? (ha sido nombrado consejero delegado recientemente)
En lo operativo, verdaderamente en muy poco. Seguimos trabajando junto a todo el equipo de Wayra en la gestión de nuestras empresas y Academias en Europa y Latinoamérica, que ya suman 230 startups. También codo a codo con todas las divisiones y departamentos de Telefónica, sin los que Wayra no sería posible.
En lo estratégico, sí hemos cambiado de manera muy positiva con la incorporación de Luis Solana a nuestro consejo. Luis es un ejecutivo de una inmensa experiencia en el ámbito corporativo y a su vez, muy curioso y abierto a los nuevos proyectos. Nos ha compartido su entusiasmo y ya nos ha dado muy buenas ideas para hacer crecer a Wayra.
Como gran aficionado a los maratones, ¿es emprender algo comparable a correr un maratón?
Sí, por supuesto, es cierta esa comparación. Encuentro muchas similitudes y paralelismos a emprender con el atletismo o las maratones.
Primero, ambas actividades se enfocan a largo plazo. El premio es llegar a la meta y ningún otro más. Puedes hacer un buen tramo, pero si no has cruzado la línea de llegada de poco te sirve. Emprender es algo parecido, y la meta se encuentra en fundar una compañía saludable, con un buen producto y que tenga a sus clientes satisfechos. Ésa es la meta, y no "quedarse en el camino". Ahora bien, como en el maratón, en el camino es muy probable que te encuentres con momentos de sufrimiento y más de un "muro".
Por otra parte, la incertidumbre tanto en las carreras como en las empresas está siempre presente. Puedes tener tu plan de carrera pensado y planificado con los más increíbles detalles, pero basta que una variable se salga de su línea para tener que improvisar sobre la marcha. Durante el camino, como en una empresa, tienes que tomar decisiones rápido.
Pese a los parecidos, hay una gran diferencia y es, sin duda, el equipo. Cuando corres, normalmente, compites contra ti mismo y necesitas un entrenamiento individual, aunque a veces te apoyes en otros compañeros. En cambio, emprender es desde el principio un trabajo en equipo, tienes que rodearte de gente que comparta tu proyecto y trabajar codo con codo para que tu empresa prospere. Sin un equipo detrás, no se consigue la meta.
Diferencias entre España y Latinoamérica para lanzar proyectos.
En términos generales hay pocas diferencias. Básicamente porque los emprendedores tienen las mismas aptitudes y ganas de cambiar el estado de las cosas sin depender el sitio de donde vienen. Sí hay matices en los ecosistemas y en la madurez de la industria en algunos de ellos.
En Europa por lo general hay una mayor madurez y penetración de tecnologías que en Latinoamérica, lo que beneficia a startups basadas en estos modelos. Por otra parte, Latinoamérica está viviendo un momento privilegiado con un mercado inmenso en plena expansión, dispuesto a adoptar nuevas tecnologías a un ritmo increíble.
No obstante, y a pesar de las matices, en ambos continentes la ambición de los emprendedores es la misma.
Si hoy tuviera que empezar de cero, ¿a qué se dedicaría?
Llevo 15 años trabajando en Telefónica y esta compañía me ha dado muchísimas oportunidades, entre ellas el encabezar un proyecto tan maravilloso como Wayra. Me considero un privilegiado por el trabajo que tengo, y disfruto (y sufro) con cada startup en la que invertimos y ayudamos. Supongo que después de casi dos años en Wayra el "gusanillo" emprendedor está ya en mí, pero el crear un proyecto tan distinto en una compañía tan grande tiene mucho de emprender, y los que trabajamos en Wayra nos consideramos intrapreneurs, pues emprendemos nuevos proyectos disruptivos desde dentro, en empresas ya muy consolidadas.
¿Qué le dice a esa gente que tiene buenas ideas y no se atreve a llevarlas a cabo por miedo a quedarse sin dinero?
Mi consejo es que busque apoyo en la comunidad emprendedora, donde pueda acceder a financiación de calidad y a una red de mentores que le abra más puertas. Hay varias instituciones y agencias públicas, privadas o bussiness angels, que proveen financiamiento para las primeras etapas. Pero lo que realmente valoran los emprendedores cuando empiezan, a parte de la financiación, es el networking y el mentoring.
¿Qué le diría a todos aquellos que se han quedado fuera de Wayra?
Lo mismo que decimos siempre en todas las academias y convocatorias. Que lo sigan intentando, una y otra vez. Que mejoren el producto con el feedback que reciben y busquen en otros referentes una manera de mejorar y escalar su propuesta. La comunidad emprendedora es muy abierta y está siempre dispuesta a dar sugerencias y consejo a los que lo buscan.
En Wayra hemos tenido casos de startups que logran ingresar al tercer intento y más allá de haber demostrado la mejora en sus productos, nos han dado muestra de su perseverancia y trabajo en equipo.
¿Y a los que están dentro?
Que trabajen más duro que nunca y aprovechen al máximo esta oportunidad. Estar en Wayra es un privilegio al que pocos llegan, y debe ser tomado como una gran responsabilidad. Todo el equipo de Wayra -y también el de Telefónica- dan lo mejor de sí para poder brindar el mejor programa de aceleración que puedan encontrar para hacer realidad su negocio.
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